En este viaje me ha impresionado de Galicia, su verdor, sus fuertes construcciones y sus boques de robles, castaños y nogales.
Al inicio del camino. En Villafranca del Bierzo.
Me ha sorprendido mucho ver la madera de castaño cortada y según me pareció, dejada a la intemperie para su secado.
Subiendo a O Cebreiro.
Hermoso pueblo O Cebreiro, que parece conservarse tal cual desde hace cientos de años.
De madrugada se respira magia por sus calles desiertas.
A la llegada a Triacastela, nos recibe este majestuoso anciano. Según un vecino del lugar, parece tener mas de 1.700 años.
En este lugar, "El Meson De Loyo" disfrutamos por primera vez de la "hospìtalidad gallega", que ya empezabamos a hechar de menos. Establecimiento hostelero, familiar, donde nos brindaron muestras de una hospitalidad mas alla de lo meramente profesional.
Un agradable personaje.
Parece ser que esto podria resumir en lo que se esta convirtiendo el "mistico Camino de Santiago".
Los llamadores de la puerta de la Catedral de Santiago mas que atraer a los fieles, parecen querer ahuyentarlos.
Un momento de reposo para lamer las heridas.
El final en Finisterre, frente a la inmensidad del mar.
Lo mas positivo del viaje, el contacto con la naturaleza en esta magnifica tierra.
Al inicio del camino. En Villafranca del Bierzo.
Me ha sorprendido mucho ver la madera de castaño cortada y según me pareció, dejada a la intemperie para su secado.
Subiendo a O Cebreiro.
Hermoso pueblo O Cebreiro, que parece conservarse tal cual desde hace cientos de años.
De madrugada se respira magia por sus calles desiertas.
A la llegada a Triacastela, nos recibe este majestuoso anciano. Según un vecino del lugar, parece tener mas de 1.700 años.
En este lugar, "El Meson De Loyo" disfrutamos por primera vez de la "hospìtalidad gallega", que ya empezabamos a hechar de menos. Establecimiento hostelero, familiar, donde nos brindaron muestras de una hospitalidad mas alla de lo meramente profesional.
Un agradable personaje.
Parece ser que esto podria resumir en lo que se esta convirtiendo el "mistico Camino de Santiago".
Los llamadores de la puerta de la Catedral de Santiago mas que atraer a los fieles, parecen querer ahuyentarlos.
Un momento de reposo para lamer las heridas.
El final en Finisterre, frente a la inmensidad del mar.
Lo mas positivo del viaje, el contacto con la naturaleza en esta magnifica tierra.