Es solo una cuestión de prioridades. Últimamente se han sucedido una serie de acontecimientos en mi vida, que unidos al paso del tiempo están haciendo que la razón (o tal vez la sinrazón) vaya apoderándose de mi inevitablemente. Mientras mas razonable me vuelvo, mas caótico me parece el sistema en el que nos movemos y viendo desde la razón todo este caos que nos rodea, solo puedo hacer una cosa para evitar que este caos me absorba: Tratar de seguir siendo yo y hacer cualquier cosa que haga desde la honradez y aplicar toda la positividad de la que pueda disponer. Me parece que es lo único que puedo hacer para que las cosas cambien, mi pequeña aportación.
Tratar de llevar esto a cabo, implica aplicar un ritmo diferente, algo mas pausado y tal vez un esfuerzo extra para tratar de desechar todos los estímulos negativos que nos rodean.
Esto puede parecer poco rentable a corto plazo, tanto económicamente a nivel profesional, como a nivel de las relaciones personales, de las relaciones con las demás personas quiero decir. Pero creo que es una buena inversión de futuro y espero que al final, cuando haya que hacer el recuento, aunque no contare con demasiadas posesiones materiales ni con demasiados amigos, lo que tenga sera verdaderamente lo que merezco y no espero mas.
Hecha esta reflexión, tengo que deciros que empezare con esta entrada la exposición de la restauración de una serie de muebles de la misma procedencia.
Me complace realizar este trabajo porque contribuiré a alargar la vida de estos muebles, que de otra forma bien podrían haber terminado en la basura y por algunas otras razones que no viene a cuento desvelar ahora.
Para exponer claramente todo el proceso he tenido que alargarme un poco, pero espero que os parezca interesante.
Esta primera pieza es el armario. Tengo que decir que los muebles estaban tan atacados de polilla que ha sido necesario someterlos, antes de su restauración, a un tratamiento con fosfuro de aluminio (PH3). Este tratamiento ha sido realizado por una empresa especializada.
Los muebles son introducidos en una cámara y expuestos al gas durante cinco días.
Este es el estado inicial del mueble en su ubicación original.
Empezaremos por reparar los principales desperfectos. en primer lugar las zonas de desgaste de las guarderas del cajón.
En primer lugar tenemos que enrasar la zona de desgaste para poder encolar la pieza.
Cortamos de una madera similar, en este caso recuperada de un antiguo cajón, una pieza que con la inclinación de corte adecuada se acoplara en la guardera.
Encolamos.
Y presionamos.
Ya tenemos la pieza reparada.
La parte superior del alojamiento del cajón estaba deformada y para ayudarla a recuperar su forma inicial, la mantenemos con este refuerzo durante todo el proceso de restauración.
El paso siguiente es desmontar todos los herrajes.
Y ya estamos preparados para empezar con el decapado.
Me gusta realizar el decapado de forma mecánica, es decir sin aplicar productos químicos. Me parece la forma mas limpia.
Sabíamos que el mueble estaba bastante afectado de polilla, pero nunca se puede saber cuanto hasta que no lo decapamos. Resulto estar bastante peor de lo que imaginamos.
Esto implica dedicar muchas mas horas al trabajo de emplastecido. Después de emplastecer hay que lijar y después de cada lijado aparecen nuevas picaduras, por lo que hay que repetir la operación varias veces lijando siempre a mano, lo mas suavemente posible. Aun así habrá que realizar un ultimo retapado de agujeros después de aplicar la primera mano de fondo, esta vez utilizando cera.
Tendremos que reparar algún que otro golpe. Cuando la madera esta sin barniz podemos realizar el siguiente proceso.
Aplicamos una pequeña cantidad de agua sobre el golpe.
Dejamos que la madera absorba el agua durante el tiempo suficiente, volviendo a echar mas agua si es necesario.
La madera al absorber el agua se hincha recuperando la forma.
Por ultimo lijamos y hemos eliminado todo rastro del golpe.
Continuamos con el proceso de emplastecido y lijado, que debido al estado del mueble se alarga mas de lo previsto.
Una vez limpio el mueble aplicamos un tratamiento insecticida, esta vez por impregnación.
Una vez seco el tratamiento finalizamos de lija.
Antes de proceder con el acabado montamos el mueble para comprobar que todo esta bien.
En este caso hay que cepillar un poco una de las puertas y debido al estado de la madera al eliminar la primera capa de madera, aparecen multitud de picaduras lo que nos obliga a rechapar el canto.
Antes de esto emplastecemos para que la chapa se adhiera mejor.
Cortamos la tira de chapa.
Aplicamos cola de contacto en ambas superficies.
Y juntamos las partes presionando fuertemente con un taco de madera con los cantos redondeados.
Por ultimo eliminamos el sobrante de chapa, lijamos y listo.
Ya tenemos el mueble listo para aplicar el acabado. Aplicamos el tinte a mano, igualando una vez seco con lana de acero. Aplicamos dos manos de fondo y una de acabado, lijando entre ellas.
Las cerraduras del mueble están en buen estado pero carecían de llaves por lo que vamos a ajustar unas llaves.
Por ultimo limpiaremos los herrajes de latón aplicando un barniz para metales.
Y aquí tenemos el mueble en su nueva ocupación, donde espero que continúe por muchos años.