Los trabajos de restauración suelen ser muy gratificantes por muchas razones, pero viene bien entremeter otro tipo de trabajos para digamos, refrescar un poco.
En este caso vamos a realizar el recubrimiento de estos peldaños de acero, con madera maciza terminada con laca blanca.
En este caso partiremos de madera en bruto de embero , que a pesar de no ser una madera muy dura, es bastante resistente y servirá para este uso ya que esta no sera una escalera demasiado transitada.
Seguiremos el procedimiento tradicional de elaboración de madera en bruto. En primer lugar cepillamos a escuadra en el labrante, una cara y un canto.
En la regruesadora cepillamos el oto canto y la otra cara y tenemos el palo cepillado y escuadrado en sus cuatro caras.
En la tupí pasamos los cantos con la fresa para juntas.
Conseguiremos una mayor superficie de pegado y por tanto un encolado mas seguro.
Encolamos las piezas.
Y las unimos presionando. Dependiendo del tipo de cola, mantener la presión durante un par de horas podría ser suficiente, pero a mi me gusta dejarlo siempre al menos doce horas.
Hemos encolado tres piezas de las que sacaremos cuatro peldaños de cada una, una pieza para sacar los dos peldaños triangulares y los dos peldaños mas pequeños que salen del ancho de una tabla.
Sacamos unos listones que nos servirán para regruesar los cantos de los peldaños y ocultar el filo del peldaño de acero.
Como la terminación va a ir en laca blanca, haremos una prueba antes de aplicar el acabado, para realizar cualquier modificación necesaria.
Una vez que todo esta ajustado, redondeamos los cantos en la tupí, teniendo en cuenta que siempre que tengamos que fresar los cuatro cantos, hemos de pasar primero las cabezas y después los laterales para evitar el astillado.
Repasamos de emplaste los pequeños fallos y terminamos de lija. Hay que tener en cuenta que en el lacado blanco resaltan doblemente los fallos, por lo que hay que revisar con especial atención cualquier pequeño desperfecto.
Como tenemos que lacar por las dos caras colocaremos unas puntas que nos permitirán darle la vuelta a las piezas.
En este caso tendremos que aplicar dos manos de fondo blanco, una de terminación blanca y encima una de barniz para parquet mas resistente que protegerá la laca del roce. Por supuesto hay que lijar entre mano y mano y repasar con cera blanca los pequeños fallos que vayamos observando antes de aplicar la ultima mano.
Y este es el resultado final. Espero que os guste y al dueño de la casa que creo que aun no la ha visto.